兆强

psychopath

兆强
" Zhào Qiáng "

Place of birth : Luoyang, China
Birthday : January 31st, 1999
Zodiac sign : Aquarius
Height : 1'79cm
Weight : 60kg
Blood type : AB+

── Una cicatriz yace grabada sobre su abdomen
── En las redes, donde un contenido dirigido a adultos es publicado, es especialmente conocido por la gravedad y voluptuosidad
de su voz
── Practica esgrima con un bastón en lugar de la arma acorde a dicho deporte. En cuanto tenga dinero suficiente, comprará la del mejor linaje
── Tiende a portar un puñal a modo de defensa pegado bajo sus ropajes

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since january 31st

Nacido en un humilde entorno, asistió a una escolaridad como la de cualquier otro niño proveniente de una estirpe con pocos recursos. Un estudiante ejemplar que aspiraba ser el hijo ideal, convertirse en quien cambiaría las riendas de la que un día tendría por objetivo apodar "dinastía Zhào". Dicha responsabilidad recayó con mayor ímpetu ante la espontánea noticia del nacimiento de su futura hermana, Li Jing, mientras él contaba con tres años de edad. En efecto, un chico más del montón.Una cálida noche de estío, la responsabilidad de recoger a la pequeña de un cumpleaños fue asignada al impúber, situado a menos de un cuarto de hora del domicilio. Carente de entorpecimientos, en menos de trece minutos se encontraba en el trayecto de vuelta con los pequeños dedos de la niña aferrados a los suyos. Entre naturales payasadas, dignas de las sonrisas de cómplice que solo ellos comprendían, prestó nula atención al acecho del peligro externo para unos infantes de once y ocho años. Asimismo, un sujeto desconocido llamó la atención del más mayor al apoyar la fría extremidad sobre su hombro y sentir el frígido aliento en su nuca. . . Y fue nada más encarar a quien lo perseguiría incondicionalmente en todas y cada una de las noches, perdió la consciencia.Despertó descompuesto en una exigua sala cuyo único az de luz provenía de una claraboya. Allí yacían alrededor de seis párvulos cuya edad estimaba compartir, además de hallarse en una parecida o deteriorada condición física y especialmente, psicológica. Sin embargo, la prioridad de Qiang siempre fue conocer el paradero desconocido de su querida consanguínea. . . aunque en lugar de recibir noticia alguna a la hora de cuestionar, se convirtió en un blanco de diarias humillaciones y agresiones por parte de los usurpadores. Cabían destacar los desmanes hacia la intimidad de su ser ; fotografías carentes de vestimenta en pos de enviarlas al mercado negro, buscando un futuro propietario a un módico precio. Mas aprovechando la estadía de la sublime belleza que caracterizaba al pre-adolescente, fue víctima de numerosos abusos sexuales los cuales grabaron a fuego la sed de venganza que durante el resto de su vida lo perseguiría. De la misma manera, una rectilínea cicatriz como acto de guerra fue producida sobre su abdomen. En ese entonces, un propósito se hubo impuso ; acabar con la existencia de todo aquel que tuviera relación con ese ámbito del mercado negro. Bastaron dos interminables semanas de tortura para que toda esa inocencia, credulidad y pureza se desvanecieran cual polvo volatilizado por la corriente en una tempestad.Tras dicho lapso temporal, tanto el protagonista como los menores que todavía permanecían en su compañía fueron finalmente liberados y devueltos a sus respectivas familias por motivo a la victoriosa y exhaustiva búsqueda. Por su parte, la exclusiva noticia que no precisaba de importancia fue la afortunada ausencia de daños físicos sobre su prójima. Irrefutables eran los daños psicológicos provocados en la niña, mas en comparación, el más mayor fue etiquetado como el responsable del acaecimiento. Desde ese entonces, un sentimiento de culpabilidad y de deuda comenzó a atosigar al chico de once años.El precio de la consulta a un psicólogo desbordaba los números de la cuenta bancaria Zhào. Por consecuente, el adolescente asistió involuntariamente al servicio ofrecido por el instituto público. . . empero acorde al magnífico control adquirido sobre sí mismo, emociones e impulsiones, permaneció impávido ; no volvió a mencionar el tema. Si bien cinco años más tarde, Qiang experimentó por primera vez una emoción que jamás concebió en su vocabulario : el amor fuera del ámbito familiar. Al parecer, un anónimo admirador dedicábase a dibujar retratos del susodicho, depositándolos cada treinta y uno de cada mes durante un año en su taquilla. . . hasta el día de su cumpleaños, donde colocó en lugar de los habituales trazados, una carta. Ésta citó un lugar y una hora determinada, dejando en manos del joven la decisión de cuánto deseaba revelar su identidad. Asimismo, gozó de uno de los días ciertamente más jubilosos e inolvidables de su vida. Ambos prometieron reencontrarse tras el estío para cursar el concluyente año de escolaridad. . . o eso comprendió Qiang cuando escuchó las últimas palabras del artista "Nos veremos pronto. Te quiero." No obstante, aquellas fueron las terminantes locuciones de su amado puesto que era cuestión de tiempo que la enfermedad terminal terminara por apagar su pulso lento, pero inexorablemente.Desdicha tras desdicha, el adolescente decidió emprender un camino lejos de sus raíces en pos de alejar a su familia de su persona, es decir, la perdición. Era consciente de que debía ganar una considerable suma moneteria en poco tiempo ya que los años consiguientes a la mayoría de edad, sus progrenitores comenzarían a azuzarlo con su supuesto futuro. La opción más factible en beneficio a la beldad que lo distinguía de los demás y sin invertir excesivo presupuesto, trataba de vender su voluptuosa voz en el mercado de Internet. Días más tarde, añadió el uso de la cámara, empero manteniendo en todo momento su real identidad bajo un apodo ficticio y la singularidad de una máscara. De la noche al día, se transformó en un producto a manos de individuos cuyos perfiles asociaba con los cuales marcó una dura etapa en su infancia, y lo sabía. Durante tres largos años mantuvo en vigor dicha vía, considerada como empleo parcial, mientras que analizaba y estudiaba a aquellos con la única e impoluta finalidad de realizar el cometido impuesto hace tantos años.Tal intervalo, permitió a Qiang ahorrar lo suficiente como para sobrevivir modestamente durante meses en el extranjero. Subsecuentemente, una gélida mañana de noviembre, asió lo imperativamente necesario y, dispuesto a cumplir con todos y cada uno de los diversos planes en mente, emprendió un viaje a Corea.